Vengo a renovar la Tierra, a liberar al hombre de su miseria, de su pena y de su pecado.

Mi amadísima hija, quiero que el mundo Me vea a Mí, su amado Salvador, el Hijo del hombre, en toda Mi Gloria, para que se adentren en Mi Divina Misericordia.

Quiero que todos aquellos, especialmente los que no creen en Dios, Me vean y corran a Mí primero. Ellos son Mi primera preocupación y les digo esto. Ustedes no Me conocen. No Me veis. No queréis creer en Mí, pero Yo os amo. Quiero que formes parte de Mi Reino, para poder prodigarte todos los Dones de Mi Nuevo Paraíso, Mi Nuevo Mundo, Mi Nuevo Comienzo. Quiero que tú, tu familia, tus parientes y amigos sean uno, Conmigo y con toda la humanidad. Debes esperar hasta el gran acontecimiento, el día en que el mundo se encenderá con Mis Rayos y en que permanecerá quieto durante quince minutos. Cuando veas esto y seas testigo de ello, no debes tener miedo. Sabed entonces que Mi Amor es Divino y que el mundo, a partir de ese día, cambiará hasta volverse irreconocible.

No intentes huir de Mí, porque vengo con buenas noticias. Vengo a renovar la Tierra, a liberar al hombre de su miseria, de su dolor y de su pecado. Vengo a destruir todo el mal del mundo, dando a todos la prueba de Mi Existencia. Cuando esto te sea dado, debes permitirme prepararte para la Vida Eterna que te prometí. La Vida Eterna es una vida donde vivirás en cuerpo y alma Conmigo para siempre. Te sacaré de tu miseria y eliminaré el dolor, que tienes que soportar debido a la existencia de Satanás y él será desterrado por la eternidad.

No Me rechaces, pues no quiero perderte. Yo Soy tu Salvación. Yo Soy la Verdad. Yo Soy tu amado Jesucristo y Yo, por fin, pronto Me daré a conocer al mundo y especialmente a aquellos que no creen en Mí.

Tu Jesús